La salud ocular es un tesoro que debemos cuidar desde el principio de la vida, y el Glaucoma Congénito Primario (GCP) emerge como un desafío particular que puede afectar a los recién nacidos y a los lactantes.
En este blog, exploraremos qué es el GCP, cómo se manifiesta y los aspectos cruciales relacionados con su diagnóstico y tratamiento.
El Glaucoma Congénito Primario es una rara, pero seria condición ocular que se presenta en bebés, generalmente en los primeros años de vida. A diferencia de los casos de glaucoma adquirido más comunes en adultos, el GCP es innato y a menudo pasa desapercibido en las primeras etapas debido a la dificultad para reconocer los síntomas en los bebés.
Causas y Factores de Riesgo
El GCP se origina debido a anomalías en el desarrollo del sistema de drenaje del humor acuoso en el ojo durante la gestación. Este sistema, crucial para regular la presión intraocular, puede no formarse adecuadamente, lo que lleva a un aumento de la presión en el ojo.
Existen factores de riesgo, como antecedentes familiares de GCP, consanguinidad entre los padres y ciertos trastornos genéticos, que pueden aumentar la probabilidad de que un bebé desarrolle esta condición.
Síntomas y Diagnóstico
Dado que los bebés no pueden comunicar síntomas de manera convencional, el GCP puede pasar desapercibido hasta que los padres o los profesionales de la salud noten signos visuales evidentes. Algunos de los síntomas incluyen:
- Ojos grandes y saltones: Debido al aumento de tamaño del ojo por el incremento de la presión intraocular.
- Sensibilidad a la luz: Los bebés con GCP pueden mostrar incomodidad en entornos luminosos.
- Llorar en exceso: Puede ser una respuesta al malestar ocular.
El diagnóstico temprano es fundamental, y los exámenes oftalmológicos, incluida la medición de la presión intraocular, son clave para identificar el GCP en sus primeras etapas.
Tratamiento y manejo
El tratamiento del GCP siempre implica intervención quirúrgica para mejorar el drenaje del humor acuoso y reducir la presión en el ojo. La cirugía de goniotomía o trabeculotomía suele ser la opción preferida para abrir el sistema de drenaje bloqueado.
El manejo postoperatorio incluye la administración de medicamentos y seguimiento cercano para garantizar una presión intraocular controlada y prevenir posibles complicaciones.
Desafíos y consideraciones a largo plazo
El GCP puede presentar desafíos a largo plazo, y el seguimiento continuo es esencial para monitorear el desarrollo ocular y ajustar el tratamiento según sea necesario. Los bebés que han experimentado GCP también pueden enfrentar un mayor riesgo de desarrollo visual limitado o pérdida de la visión, lo que destaca la importancia de la intervención temprana.
Apoyo y educación para las familias
Recibir un diagnóstico de GCP puede ser abrumador para las familias. La educación sobre la condición, las opciones de tratamiento y el apoyo emocional son componentes esenciales para ayudar a los padres a navegar por este desafío inesperado. Con el avance de la tecnología y las terapias, muchos niños con GCP pueden llevar una vida plena y participar activamente en actividades cotidianas.
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APEC, salud visual para todos.
Nota validada por: Dra. Alejandra Hernández de Oteyza