Ceguera es uno de los padecimientos que más impactan la calidad de vida de una persona, al quitarle gran parte de su autonomía y disminuir su capacidad de llevar una vida normal día con día. Por eso, en esta nota analizaremos las causas más comunes de ceguera en el mundo con el objetivo de generar conciencia; es necesario aclarar, antes que nada, que en la definición de ceguera también se incluyen la baja visión y la ceguera legal.

Cataratas

Las cataratas son la causa número uno de ceguera a nivel mundial, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, siendo responsables del 51 % de los casos. Esta condición causa que, con el paso del tiempo, el cristalino del ojo pierda la transparencia que lo caracteriza y comience a tornarse opaco; es especialmente frecuente en personas mayores de 50 años.

Glaucoma

Responsable del 8 % de casos en todo el mundo, el glaucoma consiste en el incremento de la presión intraocular, generalmente por acumulación de fluido en la parte delantera del ojo, dañando dañe directamente al nervio óptico. Aproximadamente el 50% de las personas que lo padecen no saben que lo tienen, de ahí la importancia de monitorear con regularidad la presión al interior del ojo.

Degeneración macular relacionada con la edad

La degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) es el problema de la retina detrás del 5 % de los casos de ceguera a nivel global, siendo la causa principal de ceguera en personas de 65 años o más. Se produce cuando la parte de la retina llamada mácula se daña, afectando la visión central del paciente e imposibilitándole ver de cerca, de lejos o los detalles, no afectando, sin embargo, a la vista periférica.

Retinopatía diabética

 Es un padecimiento propio de pacientes con diabetes, como su nombre lo indica, siendo responsable del 1 % de los casos de ceguera en el mundo y principal causa de ceguera en adultos entre los 25 y los 64 años. Este padecimiento ocurre cuando las altas concentraciones de glucosa en la sangre dañan los vasos sanguíneos en la retina. Estos vasos sanguíneos pueden hincharse, romperse y dar lugar a hemorragias pequeñas o bien, cerrarse impidiendo el flujo de sangre.

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