El glaucoma y la queratitis son condiciones oculares distintas, pero su relación puede influir en la salud visual de manera compleja.
El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que afecta el nervio óptico y se caracteriza por el aumento de la presión intraocular. Existen varias formas de glaucoma, pero la mayoría comparte el común denominador de un daño progresivo al nervio óptico, que puede resultar en pérdida de visión si no se trata adecuadamente.
Por otro lado, la queratitis es la inflamación de la córnea, la capa transparente en la parte frontal del ojo. Puede ser causada por infecciones, lesiones oculares, uso prolongado de lentes de contacto o enfermedades autoinmunes. Los síntomas comunes incluyen enrojecimiento, dolor ocular, sensibilidad a la luz y visión borrosa.
Aunque el glaucoma y la queratitis son entidades distintas, ciertos escenarios clínicos pueden vincularlas.
Algunos factores que podrían contribuir a esta conexión incluyen:
Uso de medicamentos: Algunos tratamientos para la queratitis, como los corticosteroides, pueden aumentar la presión intraocular, exacerbando las condiciones en personas con predisposición al glaucoma.
Infecciones oculares recurrentes: La queratitis infecciosa crónica puede aumentar el riesgo de glaucoma debido a la inflamación continua y los cambios en la estructura ocular.
Complicaciones de tratamiento: En algunos casos, los procedimientos oculares para tratar la queratitis pueden tener efectos secundarios que impactan la presión intraocular.
Desafíos en el manejo conjunto: Cuando un paciente presenta tanto glaucoma como queratitis, el manejo de ambas condiciones puede volverse intrincado. Aquí hay algunos desafíos potenciales:
Medicamentos contraproducentes: Algunos medicamentos utilizados para tratar una condición pueden afectar negativamente a la otra, creando la necesidad de un enfoque cuidadoso en la selección de tratamientos.
Control de la presión ocular: En el tratamiento de la queratitis, es esencial controlar la presión intraocular para evitar complicaciones asociadas al glaucoma.
Seguimiento regular: La monitorización frecuente por parte de un oftalmólogo es crucial para ajustar los tratamientos según las necesidades cambiantes del paciente.
Aunque el glaucoma y la queratitis son entidades oculares distintas, su coexistencia plantea desafíos específicos en el tratamiento y el manejo.
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APEC 106 años cuidando la salud visual de los mexicanos.
Fuentes: AAO
https://eyewiki.org/Ocular_Surface_Disease_in_Patients_with_Glaucoma