¿El glaucoma tiene algún tratamiento?

Cuando hablamos de la salud visual es importante reconocer los primeros síntomas de alguna afección. Hay enfermedades silenciosas como el glaucoma, que pueden provocar daños irreversibles en los ojos si no tiene tratamiento.

La mayoría de los pacientes son asintomáticos durante la mayor parte de las etapas de la enfermedad, incluso cuando ya hay daño severo. Se estima que este padecimiento es la causa de ceguera no reversible que afecta de 2% a 4% de la población mundial.

¿Qué es el glaucoma y cómo se puede mejorar?

Dentro de nuestros ojos se produce un líquido llamado humor acuoso, que nutre y recoge los desechos de los tejidos con los que está en contacto (iris, cristalino, córnea). 

El humor acuoso se produce y se recambia diariamente. La zona de producción se ubica en la porción llamada cuerpo ciliar ubicada detrás del iris y se excreta a través de una red de conductos que se denominan ángulo de la cámara anterior localizados en la unión del iris, la esclera (parte blanca del ojo) y la córnea (tejido transparente de la porción anterior del ojo).

Existen dos variedades grandes de glaucoma: 

  1. Ángulo abierto: cuando en apariencia están abiertos los conductos, pero el sistema de drenaje no funciona. 
  2. Ángulo cerrado: cuando están adheridos por los mismos tejidos.

La dificultad al paso del humor acuoso eleva la presión dentro del ojo (presión intraocular) y conlleva a que el nervio óptico que está en la parte posterior del ojo se lesione de manera irreversible conduciendo a un daño característico denominado glaucoma. 

Existen diferentes tipos de bloqueo del ángulo de drenaje que deriva en glaucoma. Estos son los principales: 

Glaucoma crónico de ángulo abierto:

Es el glaucoma más común, en este caso la red trabecular no drena el humor acuoso como debería. Por lo general, hay alteración en las células responsables de transportar el humor acuoso al siguiente conducto y pérdida de la regulación normal del líquido en los ojos generando presión en su interior, teniendo como resultado el daño en la retina y las fibras del nervio óptico.

Al producirse de manera gradual, el glaucoma crónico de ángulo abierto no es percibido por el portador, ya que no es doloroso y al inicio no produce ningún tipo de cambio en la visión. Las personas sensibles a la presión ocular normal tienen mayor probabilidad de desarrollar glaucoma. Es recomendable realizarse regularmente exámenes de la vista para detectar de manera temprana posibles daños.

El glaucoma también es conocido como el “ladrón silencioso de la visión”. Se estima que la mitad de las personas diagnosticadas no saben que lo padecen. Los mexicanos son más propensos que las personas de ascendencia anglosajona a padecer glaucoma de ángulo abierto.

Síntomas:

Al ser una afección silenciosa no manifiesta síntomas evidentes, aunque conforme avanza el daño se desarrollan puntos ciegos en la visión periférica. Es probable que el paciente no se dé cuenta hasta que el daño sea grave, por eso es recomendable acudir al oftalmólogo regularmente para detectar anomalías.

Glaucoma de ángulo cerrado o estrecho:

Esta anomalía se produce cuando el iris del ojo está muy cerca del ángulo de drenaje, puede bloquear la salida del humor acuoso e incrementar la presión intraocular. El glaucoma de ángulo cerrado provoca un rápido aumento de presión, provocando un ataque agudo.

Esta afección es poco común, aunque representa una verdadera urgencia ocular que puede provocar ceguera irreversible al no ser tratada de inmediato por un oftalmólogo.

Se ha identificado que las personas de ascendencia asiática o diagnosticadas con presbicia (dificultad para ver de los objetos de cerca) son más propensas a desarrollar este tipo de glaucoma. Los mexicanos tenemos una mezcla importante de razas y somos propensos a tener con relativa frecuencia esta variedad.

Síntomas:

La enfermedad se manifiesta de forma más rápida y progresiva que el glaucoma de ángulo abierto. Cuando el ángulo se bloquea de forma súbita los pacientes presentan dolor severo en ojos y frente, visión borrosa, halos de luz, dolor de cabeza y vómito.

Existe otra forma con cuadros no súbitos sin síntomas tan severos, pero igual daña al nervio óptico. Es importante acudir a un médico inmediatamente para evitar daño irreversible, incluso ceguera.

¿El glaucoma tiene cura?

Actualmente existen tratamientos eficaces para controlar el glaucoma. Lamentablemente el daño en las fibras del nervio óptico es permanente, aunque se puede tratar para disminuir su avance con medicamentos oftalmológicos, láser o cirugía.

El esfuerzo médico para el tratamiento de esta enfermedad se centra en conservar el campo visual a largo plazo y mantener la calidad de vida del paciente. A pesar de la tecnología y el avance médico, actualmente no se puede recuperar el daño provocado. Existen dos principales procedimientos para tratar esta afección:

Medicamentos:

Dependiendo del diagnóstico del oftalmólogo y los antecedentes clínicos es que el médico brindará un tratamiento. El más común es la aplicación diaria de gotas para los ojos. Este medicamento controla la cantidad de fluido acuoso que genera el ojo, reduciendo la presión y mejorando la evacuación del excedente por la red trabecular. Las gotas oftálmicas ayudan a mantener la visión, deteniendo el deterioro. 

Hay dos tipos de intervención con láser que ayudan a que el humor acuoso salga correctamente del ojo.

  1. La trabeculoplastía se usa en el glaucoma de ángulo abierto. El cirujano aplica el láser para hacer que el ángulo de drenaje funcione mejor y reduce la hipertensión ocular. Puede ser una alternativa a los medicamentos o su complemento.
  1. En la Iridotomía, el cirujano hace un orificio con láser en el iris del ojo para que el humor acuoso fluya adecuadamente. Este procedimiento es para personas con glaucoma de ángulo cerrado.

Cirugía:

Existen varias cirugías para esta enfermedad, las indicaciones están relacionadas con la variedad de glaucoma, el nivel de presión ocular, si la enfermedad está estable o avanzando.

Aunque es una enfermedad que no se cura, los procedimientos quirúrgicos están encaminados a lograr el control o el enlentecimiento del avance de la misma cuando así se requiera.

Las cirugías tienen un efecto variable y generalmente temporal, como la enfermedad no se cura, aunque el paciente esté operado debe seguir el resto de su vida en vigilancia y control. La mejor opción quirúrgica para cada caso debe ser recomendada por su médico tratante.

El daño por esta anomalía ocular es la principal causa de ceguera en el mundo. Afecta al 2% de la población mundial. En personas mayores de 60 años también es la principal causa de ceguera.

Es recomendable una revisión oftalmológica periódica, ya que si se detecta en etapa inicial pueden prevenirse daños y el deterioro general de la visión. El servicio de CheckUp de APEC, Hospital de la Ceguera, está ideado para hacer un diagnóstico completo de la salud visual de nuestros pacientes. Si no sabes cuál es el estado de tu salud visual, te invitamos a que reserves una cita para valoración médica. 

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