Durante el periodo neonatal y la infancia es recomendable realizar exámenes visuales extensos. Considerando que tanto las estructuras del ojo como la función visual de los más jóvenes están en una etapa de desarrollo, es posible que sin supervisión médica puedan omitirse desde infecciones, alergias, hasta errores refractivos importantes y otros oculares que pueden provocar pérdida de visión, parcial o total, y discapacidad visual más tarde.
Las etapas en las que se recomienda realizar exámenes visuales a niños y jóvenes son las siguientes:
Recién nacidos (0 a 6 meses)
Es esencial examinar exhaustivamente los ojos del recién nacido para evaluar indicadores clave de salud visual, especialmente si se trató de un nacimiento prematuro, si existen señales o síntomas de enfermedad visual o si hay antecedentes familiares de enfermedades de la vista en niños y jóvenes.
Seis meses a un año
Antes de cumplir el primer año de vida, es recomendable examinar de nuevo la vista del bebé entre los seis y los 12 meses de edad. El enfoque es la salud general de los ojos, así como su alineación y movimiento correctos (detección de estrabismo).
Uno a tres años
Entre los 12 y los 36 meses, se debe realizar un examen visual que confirme el desarrollo saludable de los ojos y asegure que no existan problemas como la ambliopía, mejor conocida como ojo perezoso.
Tres a cinco años
En este rango de edad, el enfoque está en la capacidad visual y la alineación de los ojos. La agudeza visual debe evaluarse tan pronto el niño pueda realizar la prueba: si presenta alguna dificultad, será necesario realizar un examen más profundo de los ojos. Detectar problemas visuales y comenzar a tratarlos en este momento es la mejor opción para la salud visual del niño a largo plazo.
Cinco años en adelante
A partir de esta edad, el problema visual más común es la miopía, es decir, la dificultad para ver objetos lejanos por ello, es necesario efectuar un examen de agudeza visual y de alineación ocular.
Si el niño precisa tratamiento con hormona del crecimiento, es indispensable realizar un examen ocular detallado antes del tratamiento y a lo largo de este.
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Fuente: Academia Americana de Oftalmología
