Tres pilares: investigación, clínica y enseñanza, son los que conforman la base y el sistema de APEC, Asociación para Evitar la Ceguera en México I.A.P., un hospital escuela con médicos residentes de R1 a R5 en diferentes especialidades, que cuenta con estándares internacionales que hacen aún más atractiva la residencia.
Francisco Alvarado, MVZ, profesor en APEC, nos cuenta que a lo largo de los años el proceso de residencia es paulatino, “y con el apoyo y liderazgo de la doctora Valeria Sánchez Huerta, jefa de enseñanza, los médicos pasan por diferentes etapas, entre ellas el simulador oftalmoquirúrgico, la cirugía experimental y la cirugía asistida, antes de poder tocar un ojo humano”.
Y continúa: “En el primer año de residencia, los médicos pueden ser instrumentistas o realizar ciertas intervenciones, tales como la de chalazión, que no involucra algún factor intraocular. En R2 comienzan a hacer los puertos y hasta el tercer año practican una facoemulsificación completa”. Para llegar a este punto, el médico residente ha demostrado, a través de las fases previas de enseñanza, su capacidad para efectuar una cirugía asistida; “es decir, operar con el apoyo de un doctor jefe de área ya sea de córnea, glaucoma o segmento anterior”.
Sumado a esto, todo alumno debe acreditarse con un proyecto de investigación. ¿Qué significa esto? Que los médicos salen a la vanguardia.
“Creo que lo mejor de ser residentes aquí es la generación de conocimiento, que es invaluable; además de la estructuración de dicho entendimiento y cómo lo integrarán allá afuera. El hospital les brinda la oportunidad de viajar incluso al extranjero; en R3 se van un mes, aproximadamente, para presenciar cómo están haciendo las cosas allá con respecto a nosotros. Conocen países como Singapur, Francia y España”.
La importancia del pilar de la enseñanza en APEC
“En la enseñanza, lo primero que les compartimos es el sentido del respeto por la vida. Es darle sentido de humanidad a los residentes, ya que la medicina es una especialidad servil. Cubrimos campañas en lugares con alto nivel de pobreza, donde ellos toman conciencia sobre la realidad del país y tienen la preparación necesaria para poder actuar y cambiarlo. Creo que la enseñanza es la verdadera tesis de la vida. El ser humano tiene un contexto y el paciente puede ser padre de familia, hijo, hermano, y el valor de su vida y órgano no tienen precio. Es algo que el médico no debe olvidar”, manifiesta el doctor Alvarado.
Y dándoles ese sentido de humanidad pueden pasar a la siguiente fase, que es el sentido cognoscitivo, de la teoría e investigación mediante exámenes internacionales. “Es fundamental que nuestros residentes se preparen tanto mentalmente como en habilidades. Realmente la enseñanza es la madre de toda materia”, agrega.
APEC como punto de referencia
La fuerza de este hospital, desde la perspectiva de Francisco, está en la unanimidad de contrarios. “Contamos con tecnología de punta de los países más avanzados para personas de escasos recursos, además de que los pacientes reciben atención de primera en conocimiento, habilidades y humanidad”.
En APEC, los protocolos se encuentran establecidos mundialmente y tienen una certificación nacional e internacional. “Además de que podemos competir contra cualquier clínica de primer mundo. A diferencia de otros hospitales, durante una intervención quirúrgica contamos con el apoyo de un médico cirujano, un anestesiólogo, una enfermera y un auxiliar residente”, explica Alvarado.
Asimismo, nos comenta que APEC es un referente en la formación de médicos oftalmólogos, “ya que aquí tienen al alcance de sus manos la mejor tecnología, un programa completo en el que terminan con un proyecto de investigación sobre el tema que elijan y el apoyo de doctores reconocidos en su especialidad, ayudándolos a salir completamente preparados para aplicar sus conocimientos en México o su país natal”.
“En APEC, mi motivación es esa enseñanza. Lo que hace el hospital, y que me distingue, es prepararme y darme lo necesario para transmitir conocimiento y que mis residentes sean mejor que yo”, finaliza.
Francisco Alvarado, MVZ, es profesor en el área de entrenamiento quirúrgico en oftalmología humana en APEC, Hospital de la Ceguera, desde 2013. Fue el primer veterinario mexicano aceptado en el World Ophthalmology Congress 2016, nominado al premio nacional de la juventud en 2018, además de participar como coautor en publicaciones de oftalmología y en más de 32 ponencias nacionales e internacionales.
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